domingo, 13 de abril de 2008

sobre jg ballard y el texto elegido

mi primer encuentro con la literatura de JG Ballard (Shangai, 1930 y todas las contratapas de sus libros no me dejan mentir) fue gracias a mi hermano. el tuvo un profesor de filosofia que tuvo la buena idea de obligarlos a leer "rascacielos", una de las grandes novelas de ballard. mi hermano entonces, que siempre fue un buen alumno, se compro el libro y lo leyo. quedo tan fasicnado con ese mundo apocaliptico y pesimista que contaba el libro que a mi no me quedo otra que leerlo y darme cuenta que todos y cada uno de los halagos que mi hermano le decia a ballard mientras leia el libro eran no solo justos, sino necesarios. claro que despues de haber quedado tan limados con "rascacielos" empezamos a buscar mas libros de Ballard. Nos topamos con varios y con todos y cada uno de ello nos maravillamos: desde "crash" hasta "la isla de cemento" pasando por "el imperio del sol" y ese maginifico libro de ensayos suyo llamado "guía del usuario para el nuevo milenio". no dudo ni un segundo en decir que Ballard es uno de mis escritores preferidos. Sus palabras me llenan tanto de miedo como de esperanza (aunque debo admitir que última casi ni se encuentra en los textos del autor) y siempre me ponen a pensar en lo peligroso que resultan algunas de las conductas del ser humano y su relación con el entorno. me gusta esa sensación de adrenalina, de caos, de demencia, de ciudades super pobladas, de grandes autopistas, de grandes edificios, de velocidad que, en definitiva, no conduce a ningún lado, salvo, diria ballard, a nuestro inevitable final.
Por eso a la hora de elegir un texto que describa un espacio, enseguida pense en Ballard, sobre todo en el libro "La Isla de Cemento", del cual saque el siguiente extracto:

"Estaba acostado en un cuarto pequeño, de poco mas de tres metros por tres, casi totalmente ocupado por la cama metálica de dos plazas. Un tubo de ventilación bloqueado se elevaba desde el centro del techo, pero el cuarto no tenia ventanas. Mas allá de la puerta abierta, un tramo de escalones semicirculares conducía al piso de arriba. Un desteñido cartel cinematográfico colgaba de la pared a los pies de la cama, anunciando una comedia musical con Ginger Rogers y Fred Astaire. A ambos lados habia imágenes mas recientes, tomadas de revistas underground: un poster psicodélico estilo Beardsley, un primer plano granuloso del Che Guevara muerto, un manifiesto del Black Power y una fotografía de Charles Manson durante el juicio, con los ojos mirando con fijeza psicótica por debajo de la calva. Aparte del cajón a un lado de la cama, en la habitación no había otro mueble que una mesa pequeña atestada de botes de cosméticos y frascos de perfume, de làpices para los ojos y arrugados pañuelos de papel. Junto al muro habia una elegante maleta de piel. De la tapa abierta colgaban perchas, con una falda y su suéter, y varias prendas interiores"

Lo que me gusta de esta descripción es, simplemente, el lugar que se describe. Claramente Ballard deja ver que se esta hablando del cuarto de una mujer, pero tambien se puede observar que esta no es una mujer común y corriente, sino que mas bien tiene tintes revolucionarios y algunas cosas mas. Un poster de Charles Manson y uno del Che Guevara muerto (que encima, aclara, es un primer plano granulado) conviviendo uno al lado del otro, junto con perfumes y vestidos. Me imagino ese lugar como un antro, algo con húmedad por todos lados, con poca luz, poco aire. Un lugar que me remite, quizas, a la habitación de Robert De Niro en "Taxi Driver". Un espacio extremadamente chico, sin aire, con olores extraños y completamente desordenado. Ademas, me gusta esa idea de que un cuarto deja bien en claro la personaidad de la persona que vive en él, de como un espacio nos pone en mente un determinado tipo de persona, con su conducta caracterista, una forma de hablar, un peinado, su ropa..el espacio en que hábitamos puede decir mucho mas de nosotros que nosotros mismos. Si, eso.

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