Hay algo de hechizo en todo el asunto, algo de magia, de macumberia. Lo cual no debe ser demasiado erroneo porque para mi Favio es el cineasta de la hechicería, del espiritismo. Por eso hay un tiempo extraño, encantadoramente veloz y violento, como piñas en la cara. Por eso el montaje es inquieto, abrupto. Por eso las actitudes de los personajes, porque es todo o nada, porque es todo sentimiento. Por eso el lenguaje de los gestos, de los ojos, de las pieles. Por eso una pelicula como esta, que habla del nacimiento del amor y de como todo se pudre, de como todo termina destrozado. Una pelicula en la que se muestran riñas de gallos, en la que se palpa todo, desde el calor (el de los cuerpos, si, pero tambien el del aire) hasta las lagrimas, la furia. Una pelicula de tanto misticismo, de tanta fuerza, de tanta riña de gallo, de transpiración en el cuerpo. De satélites volando en el cielo. De un progreso que falla.
Sobre Este es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedo trunco, comenzó la tristeza...y unas pocas cosas mas (1965, Leonardo Favio)
Sobre Este es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedo trunco, comenzó la tristeza...y unas pocas cosas mas (1965, Leonardo Favio)
2 comentarios:
te vi a vos y a marlene en cabildo desde el bondhi.
les quise gritar.
grita ahora
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