
Si pudiera elegir dos y solo dos peliculas para ver en el bafici, sin duda me ira a ver las de Kelly Reichardt. Old Joy y Wendy And Lucy son peliculas de momentos, de extrañas atmósferas, de soledades y perdidas, de personajes minimos y mayúsculos a la vez. Las dos son como especies de road movies estancadas,en las que el viaje aparece siempre por otro lado, en la que las cosas nunca terminan de arrancar, en las que son mas las cosas que se callan que las que se dicen. Peliculas en las que los ideales de toda una generación ya no existen y lo único que queda son restos, sobras de lo que fue, de lo que quedo. Filmadas las dos en locaciones de una Norte America profunda, casi olvidada, arrinuda, tienen su verdadero centro en sus personajes, todos parias que lo único que quieren es irse de cualquier lado, manejar hacia donde cualquier prescencia de humanidad sea minima (Alaska en Wendy And Lucy, el bosque en Old Joy), pero que casi nunca dejan saber cuál es su propósito.
En el bafici hay todo un foco dedicado a la obra de Reichardt, la cual es casi (a excepción de sus dos últimas peliculas) es casi inconseguible. Habrá que descubrirla.
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